Perder a un compañero animal es una de las experiencias más dolorosas y transformadoras que podemos vivir.
El vínculo que compartimos con ellos no es algo menor: son familia, amigos, maestros y compañía incondicional. Por eso, cuando se van, sentimos que una parte de nosotros se rompe y se va con ellos.
Muchas veces, el entorno no comprende la magnitud de este dolor. Escuchar frases como «era solo un perro» o «ya tendrás otro» puede hacernos sentir todavía más solos.
En Luna Psicología no vas a encontrar juicios ni minimizaciones.
Aquí tu dolor tiene un lugar y encontrarás un espacio seguro donde poder llorar, hablar, recordar y resignificar el vínculo con tu animal querido.
Te acompaño con respeto y empatía para que puedas sanar desde el amor, transformar tu dolor en un recuerdo lleno de luz y recuperar poco a poco tu equilibrio emocional.
Mi acompañamiento psicológico especializado en duelo animal está pensado para quienes han perdido a un ser querido animal y necesitan apoyo emocional en un momento tan delicado.
En las sesiones:
• Podrás expresar libremente todo lo que sientes: tristeza, rabia, culpa, vacío o incomprensión.
• Validaremos el vínculo único que compartes con tu compañero animal.
• Trabajaremos juntos para integrar la pérdida y resignificar el vínculo más allá de la ausencia física.
• Revisaremos también tus hábitos de autocuidado, porque sanar no es solo cuestión emocional: el descanso, la alimentación, la naturaleza y las rutinas cotidianas pueden convertirse en grandes aliados en tu proceso.
• Solo si lo deseas, abriremos un espacio para explorar la dimensión espiritual y el sentido de la vida y de la muerte desde tu propia mirada y desde tus creencias.
Es un acompañamiento integral y flexible, adaptado a tu historia, a tu ritmo y a tus necesidades.
Solo te pediré que te permitas abrir un espacio para ti mismo/a.
No necesitas tener «todo bajo control», ni saber cómo expresarlo: mi labor es acompañarte y sostenerte, no juzgarte.
Te pediré sinceridad y paciencia con tu proceso.
La pérdida no se supera: se integra. El duelo no se transita de un día para otro, sino que, poco a poco, puede transformarse en un camino hacia la paz, el amor y la gratitud.
Yo estaré ahí para guiarte y recordarte que no tienes que transitarlo en soledad.